Hola a tod@s!
Como ya sabéis en éste inicio de primavera se han hecho en Ipomea varios talleres de promoción del método de diafreo y nos agrada mucho informaros que ya se ha creado un grupo para poder cerrar el año escolar trabajando de manera grupal y terapéutica esta técnica.
Será un grupo cerrado que trabajará 2 sábados por la tarde al mes y con continuación hasta el verano.
A pesar de que todas y todos tenemos los mismos músculos y huesos, la forma de nuestro cuerpo es muy distinta. Nos habla de nuestra historia y nos da una actitud corporal que también dice mucho de nosotr@s.
El
cuerpo, se moldea según la adaptación física y psíquica al medio
social y familiar en el que nos toca vivir. A esto le llamamos coraza
o carácter, basándonos en las teorías de Wilhem Reich. Esta coraza
es sobre todo muscular.
Tensamos
los músculos y paramos la respiración para no sentir un dolor o
aislar una información conflictiva que proviene de nuestro cuerpo,
para retener la expresión emocional (llanto, golpes, miedo).
Utilizamos
los músculos para olvidar.
Si
este tipo de respuesta se repite y se hace crónica, al final
tendremos unos músculos tensos, acortados, que determinarán nuestra
forma corporal, sacando las articulaciones de su eje armónico,
condicionando la forma de nuestro cuerpo y manteniendo un mecanismo
de respuesta aprendido que nos hará reaccionar igual cuando una
situación se parezca o nos evoque la situación traumática. Son
patrones de comportamiento que queremos cambiar desde la voluntad y
normalmente nos cuesta ya que no es la mente la que responde, sino
todo el cuerpo. Músculos, respiración, sistema hormonal...
Los
mecanismos de poder, la jerarquía, el juicio, el chantaje, la baja
autoestima, etcétera; están escritos en nuestros cuerpos.
¿Cómo
hacemos en Diafreo para atravesar las resistencias y reencontrarnos
con nuestro espacio interno?
Partiendo de los principios de
fisiología muscular de la fisioterapeuta Françoise Mézières,
estiramos las cadenas musculares, impidiendo que acorten en otro
punto (compensaciones) para que el estiramiento sea efectivo. Al
estirar, se despierta la memoria muscular, al abrir nuevas vías
aparecen las causas de las tensiones: emociones retenidas, imágenes
e informaciones no accesibles hasta el momento, que intentamos acoger
y elaborar. Es importante en Diafreo dar espacio a la expresión
emocional que se halla retenida en el cuerpo, para poder dar
respuesta presente al estrés interno, crónico y continuo guardado
en nuestros circuitos musculares y energéticos.
También
trabajamos el sentido cenestésico que es el que abre la conexión a
nuestras sensaciones más profundas y nos llevan al “espacio
interno”, donde se sitúa la percepción y la conexión con la
parte más auténtica de nuestro ser, ayudándonos a cicatrizar los
agujeros de la estructura de nuestro Yo, proporcionándonos
estructuración, y más capacidad de respuesta y conciencia ante las
circunstancias internas y externas.
La terapeuta:
Esperamos poder veros en Ipomea y que esta primavera sea bien abundante para tod@s vosotr@s.
Cualquier duda o aclaración sobre el taller la podéis hacer en nuestro e-mail porque aún quedan plazas!!
La terapeuta:
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